AUDIOCUENTOS: El día que empezamos a grabar para mis hijos (y con ellos)
- Gemma Novella
- 11 feb 2022
- 2 Min. de lectura
¡Música, relatos, audiocuentos... el poder de la escucha! Hoy profundizamos en las ventajas del material auditivo y el poder de tu voz (y de la de los más pequeños)!

Se me ocurren muchas razones por las que grabar los audiocuentos que queremos escuchar, o de los apuntes y material que queremos aprender.
Para ser franca, todo empezó porque no conseguía encontrar audiocuentos de historias y cuentos que nos gustaban.
Sin embargo, antes quiero explicarte por qué me parece maravilloso escuchar audiocuentos, en particular durante la infancia. Desde el minuto cero las historia cantadas o contadas por los padres/madres son un nexo que crea y fortalece el vínculo, pero además el oído es uno de los primeros sentidos con los que el bebé empieza a aprender el mundo.
Los audiocuentos son un excelente estímulo auditivo, permite practicar y ejercitar las habilidades atencionales, generan influencia en el subcosciente porque pueden ser repetidos tantas veces como se quiera. Escuchar cuentos favorece la imaginación, entrena la escucha crítica (tan necesaria), y además, prepara tempranamente para la lectura porque introduce en el hábito de la interpretación cognitiva. Oír historias promueve el gusto por la lectura en voz alta, estimula una comprensión alternativa hermosa promoviendo la escucha activa y crítica.
Nosotros ponemos audiocuentos para, por ejemplo, los ratos en el coche, momentos en que hay que equilibrar la energía del niño (cuando están desfasados, cuando hay sueñhambre - gracias Bei de tigriteando, esta palabra encaja perfectamente en esa incomodidad que puede/suele hacer estallar emocionalmente los niños-. O simplemente cuando queremos o quieren ellos, cuando estamos ausentes, cuando queremos aprendernos un texto...
Yo decidí empezar a grabar audiocuentos caseros porque tenía mil historias hermosas que quería escuchar y que escucháramos, y que no encontraba editadas en ningún sitio, y además de leer estos cuentos quería escucharlos, y que los escucharan de mi voz.
Otra razón es que ellos se involucran en la grabación, porque participan en los diálogos, yo grabo con el teléfono, con sistema Android, así que es totalmente casero, pero la grabadora que viene por defecto permite pausar la grabación, así que podemos "recordar la frase que van a decir" y seguir grabando fluidamente. Y sinceramente, les encanta oírse, y lo hacen genial.
Mi marido sube el nivel, con esa creatividad que tiene y fluidez verbal directamente se inventa las historias y las recrea con ellos, en eso es un crack!
La primera vez que grabé uno y lo escuchamos quería enterrarme en el asiento del coche de vergüenza, igual que la primera vez que leí un cuento (a mi hijo de un mes), o le canté una canción, o me siento expuesta. Me morí de vergüenza. Pero honestamente, a ellos les da igual como leas, como cantes, como inventes, sólo hazlo, porque ellos son por encima de todo agradecidos, y porque la práctica mejora las habilidades.
Puedes ver algunos ejemplos cortos aquí, igual os animáis!
Un abrazo!

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