Estas son las principales preguntas que asaltan a los niños/as en referencia a la muerte, te presento un esquema de posibles repuestas para que, si no sabes como afrontarlo, te hagas una idea.
Para mi lo más esencial es hablar de ello de forma paulatina y calmada, entendiendo que a menudo, cuando se empieza a trabajar el concepto de muerte, aparecen preguntas recurrentes a lo largo de los días o meses posteriores.
Los niños/as suelen pedir explicaciones repetidas de preguntas que les surgen. Es como ver la misma película una y otra vez (¿te suena?). Aunque ya lo hayamos hablado, es importante responder con paciencia y calma. ¡Solo intentan asimilar los conceptos y asegurarse de que lo han entendido bien! Además, es un buen momento para generar debate y preguntarles qué creen ellos al respecto, así los hacemos partícipes en este aprendizaje.
¿Está dormido? No, no va a despertarse.
Además, esta pregunta trampa a veces conlleva posteriormente terrores nocturnos, miedo a dormirse o a que se duerman seres queridos.
¿Tiene dolor ahora? No, cuando te mueres no sientes nada porque dejas de existir como tú y cómo yo ahora mismo.
¿Puede oírnos? No, cuando te mueres no oyes nada porque dejas de existir como tú y yo somos.
Aunque es cierto que a veces da consuelo hablar con las personas o seres queridos cuando no están, como cuando hablas con alguien en tu mente cuando no está presente, a veces esto sienta bien porque te parece que está cerca de ti.
¿Duele morirse? No, a veces si te mueres porque estás enfermo lo que duele es esa enfermedad, pero no la muerte, sencillamente tu cuerpo se desconecta.
¿Dentro de unos días podrá despertar? No, no está dormido, está muerto/a.
¿Dónde van los muertos?
Aquí es importante concretar que los muertos dejan de existir como nosotros y es bonito explicarles que hay gente que cree cosas distintas. En nuestro hogar no somos religiosos, y les explicamos que cuando te mueres ya está, dejas de existir. Pero es cierto que, con la muerte del abuelo, hablando del tema y de las distintas creencias, ellos dijeron que les gustaba creer que una parte del nono, su esencia, estaba cerca de ellos cuidándolos. A mí me parece precioso y bonito sentirlo así.
¿Podré ver a la persona fallecida allí donde esté? No, porque cuando te mueres dejas de existir como tú y como yo somos ahora.
¿Mi mamá/as y/o papá/as se morirán? Claro, es que todo el mundo se va a morir, por eso tenemos que cuidarnos, que querernos mucho, pasar tiempo juntos… aunque queda mucho tiempo!
Nadie, ni los adultos, pensamos que en breve puede morirse (si no hay enfermedad) alguien que amamos, está bien dejar claro que morirse es una posibilidad y que sucederá, pero también es tranquilizador que te digan que ahora no toca que pase!
¿Quién se encargará de mí si se muere mi papá/mamá?
Hablamos de mamá o papá pero esta pregunta hace referencia a los cuidadores principales, progenitores o tutores. A los niños pequeños lo que les preocupa es qué va a pasar si se mueren sus referentes ¿quién los cuidará? ¿Dónde vivirán? ¿Tendrán que cambiar de colegio o de casa? Es algo que a veces ni los adultos nos planteamos, pero hay que hacer una reflexión al respecto y ser honesto, si hay tíos igual serán ellos los que los cuiden, o los abuelos… Una vez tú lo tengas claro ya puedes informar al respecto.
¿Por qué los adultos se conforman de forma distinta? Vaya, estamos todos tristes/enfadados/nerviosos, esto durará un tiempo, no es para siempre! Pero cuando ves triste a alguien siempre puedes ofrecer un abrazo o preguntar cómo puedes ayudar, a veces el abrazo es genial, pero a veces uno quiere estar solo.
Cuando hechas de menos a alguien puedes sentirte triste, enfadado, nervioso, puedes no sentir nada, o puedes seguir sintiéndote contento, eso no significa que lo quieras más o menos, sólo es tu manera de vivirlo. ¡Igualmente puedes pedir abrazos o tiempo para ti, pero es mejor que lo digas, así es más fácil que lo recibas!
¿Voy a seguir yendo a la escuela? Claro!
Puede que decidas que el primer día no vaya, o el del velatorio, es importante romper la rutina ante el fallecimiento de un ser querido, pero también es importante que se retome la rutina después.
¿Voy a seguir celebrando mi cumpleaños, Navidad, Reyes, etc? ¡Por supuesto! ¡Estos días mágicos son importantes para todos, y si echamos de menos a los que se han muerto siempre, siempre, podemos recordarlos juntos o a solas!
Comunicación consecuente, sincera, paciente y serena.
Un abrazo!
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