Cada etapa del desarrollo en los niños/as suele ir vinculada a su capacidad de comprender e interpretar el mundo.
La comprensión de la muerte y el lenguaje que se usa para hablar de ella dependerá del grado de capacidad que tiene el niño/a para entender que:
# 1. La muerte es irreversible.
Cuando falleció el abuelo de mis hijos, un adulto con muy buena intención le dijo a mi hijo de 8 años que su Nono “se había ido”. Mi hijo me miró interrogante, pensando “¿se lo cuentas tú o se lo cuento yo?”, al final se giró y le dijo con compasión: “Perdona, mi Nono no se ha ido, se ha muerto. Es que no va a volver, lo siento."
# 11. La muerte es el final del camino.
Es cierto que hay múltiples creencias sobre lo que sucede después de morir, religión, espiritualidad, física cuántica… Pero para entender completamente el concepto de la muerte en la realidad en que nosotros vivimos y nos desarrollamos, hay que entender primero que, pese a lo que creemos que sucede después de morir, eso si más no, no ocurre en nuestro plano físico, en nuestra realidad. Yo puedo creer que el fallecido va al cielo, al Valhalla, se reencarna, se convierte en estrella o su energía se transforma para formar parte del universo, por ejemplo. Pero lo que sí es seguro, es que ya no pertenece a este mundo tal y como lo hemos conocido y concebido hasta ahora, y ahí reside la sinceridad en la explicación y en el aprendizaje.
# 111. La muerte es inevitable.
De la misma forma que lo es el cambio. La vida es dinámica, empieza, se desarrolla, y termina. Y es cómo pasamos este tiempo vivos, lo que hacemos, cómo lo hacemos, cómo amamos y cuánto lo hacemos, lo que es la esencia. Aquello que importa. Esta verdad esencial es uno de los mejores aprendizajes que podemos regalar a nuestros retoños, sobre todo en un contexto en el que ponemos el piloto automático y vivimos cada día entre pantallas, trabajo y obligaciones sin prestar demasiada atención a los detalles.
# 1v. Causalidad.
Entender las causas de la muerte es una de las fases que todos debemos pasar para transitar la muerte. Para entender esto es importante explicar previamente, desde que son pequeños, que las personas se mueren y porqué lo hacen. Sin drama, sin angustia, porque nuestra vivencia y cómo lo transmitimos involucra las neuronas espejo, las que reinan en el aprendizaje por observación. Imagina que a mí me atemorizan las arañas, voy por el campo con mis hijos, me encuentro una pequeñita araña y aparto a mi hijo compungida como si fuera una tarántula de tres metros, es posible que mis hijos “entiendan” que las arañas son potencialmente peligrosas, y se instale el aprendizaje del miedo asociado a la araña.
Por consiguiente, las etapas en el desarrollo mental y conceptual de la muerte, a rasgos generales y como mapa general son las siguientes:
0-5 años
No hay ningún concepto de la muerte, los niños a esta edad son pensadores literales, pero sí perciben cómo se sienten las personas que están tristes.
6-8 años
El niño comienza a comprender que la muerte es irreversible, pero sólo puede pensar en la muerte de otros, no en la propia.
9-12 años
En esta etapa aparece la conciencia de la propia muerte.
Desde los 13 años
El concepto de la muerte es el mismo que el de un adulto aunque se entiende como un hecho muy lejano.
Preguntas y Temores de los niños/as respecto a la muerte
Tienes un post al respecto en La Muerte y la Infancia # Parte 2: Principales Preguntas.
Recursos para tratar el concepto de muerte y pérdida
Cada edad, necesidades y capacidades del niño/a requieren de un lenguaje distinto, es necesario que adaptes la forma de expresarte a su momento evolutivo. Sin embargo, es importante que no se infantilice al niño, ser siempre sincero (con aquello que conocemos y con aquello que no) y comunicarnos desde la calma y la serenidad.
Para consultar recursos, cuentos, webs y guías sobre la muerte y el duelo te dejo el enlace al post La Muerte en la Infancia # Parte 4: Recursos, donde podrás consultar material recomendado para trabajar la muerte y la pérdida.
Un abrazo!
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